Hoy en día, encontramos menús individuales excesivamente grandes por precios muy bajos y esto sólo es costeable, si la materia prima es de pésima calidad y/o rebajados con una enorme cantidad de añadidos y preservadores. Los procesos de cocción a los que son sometidos estos alimentos en su gran mayoría son a frituras profundas con aceites de muy mala calidad.
Al final del día, sólo estamos consumiendo grandes cantidades de calorías que no aportan ningún tipo de nutrimento y solamente nos satisfacen de manera superficial por un pequeño período de tiempo. Es por esta sencilla razón, que si tienes tiempo de prepararte algo de comer, aunque sea algo simple, estás haciendo una mejor elección que la comida rápida.